Derroteros Filosóficos

¿De qué hablamos cuando hablamos de amor?
Cuando Narciso se ve en las aguas y queda embriagado por su propia imagen, se produce el primer desencuentro amoroso.
Narciso es la violencia contra el amor. Es el desencuentro con otro.
Eco repite, porque solo repitiendo encuentra palabras. Narciso no se enamora, porque nada le falta.
Serán la complementariedad apropiada, necesaria, sanadora?
¿Cuál hubiera sido el destino de otro encuentro?
¿Qué hubiera pasado en acto?
¿Qué huellas hubieran marcado?
El acto como deseo de la acción, como la búsqueda de acción para la satisfacción. Al decir de Spinoza, deseo-acción-alegría.
Tal vez me planteo aquí el amor como cura?
Por eso recomienzo por la pregunta.
¿De qué hablamos cuando hablamos de amor?
Hablamos de cura?
Hablamos de puente.
Hablamos de cuerpo?
De deseos?
De arte de cuerpos y deseos.
De encuentros?
De poesía y de carne.
¿De qué hablamos cuando hablamos de amor?
Hablamos de creación, de multiplicidad de sentidos que rompen cadenas ante la destrucción del sujeto, sujetado. Sujeto barrado, vacío, inocuo a sus propios sentires.
El encuentro con el otro se da en la palabra, en la magia, en la sugestión, en el goce, y en el deseo.
En la línea imprecisa de lo sagrado y lo profano.
El poeta habla de amor, crea sentidos, nuevos caminos, hacia dónde?

“... tóquenle música, llenen la casa de flores, hagan cantar a los pájaros, llévenla a ver los atardeceres en el mar...No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad...”
( Del amor y otros demonios; G.G.Márquez)

¿De qué hablamos cuando hablamos de amor?
Hablamos de espejos, de repetición, de eterno retorno, hablamos de poesía.
La poesía, como juego entre lo simbólico y la palabra. Juego entre significantes y significados. Juego de máscaras y desenmascaramientos. Juego entre lo que late, o lo latente? Y lo manifiesto?
Juego de creación, de salvación, y, salva lo que salva, y sobre todo cuando hablamos de amor.
Narciso? ¿Qué buscabas en tu fuente? No lo hallarías en otros ojos?





Ro Fernandez